Periodontitis y diabetes

Periodontitis y diabetes no son enfermedades aisladas. Al contrario, cada vez se encuentra más evidencias de una relación entre ellas. Concretamente, que una puede ser causa de la otra y viceversa.

En este artículo hablaremos de la relación entre periodontitis y diabetes, explicaremos ambas enfermedades, con una serie de indicaciones para que las personas diabéticas entiendan mejor la importancia de su salud bucodental.

Porque el conocimiento es poder, y en la Clínica Arte Sano creemos que el desconocimiento está detrás de la mayoría de los problemas dentales.

¿Qué es la periodontitis?

Las enfermedades periodontales son desórdenes inflamatorios crónicos e irreversibles que destruyen los tejidos que sujetan los dientes en su posición. La causante es la Porphyromonas gingivalis, bacteria naturalmente presente en nuestra boca, pero en proporciones bajas. La combinación de una alimentación rica en hidratos de carbono – y no necesariamente azúcares – y una higiene dental pobre puede facilitar su proliferación, y eso puede desequilibrar la microbiota bucal, creando el ecosistema ideal para que se expanda sin control.

Tejido gingival colonizado por Porphyromonas gingivalis.
https://www.flickr.com/photos/nihgov/

Los síntomas de la periodontitis incluyen el enrojecimiento y el sangrado de encías durante el cepillado. Sangrado que se debe a una acumulación de sangre con la que el organismo intenta, sin éxito, combatir una colonia bacteriana bajo las encías.

Su avance es lento e indoloro, pero la enfermedad periodontal es irreversible, y solo se puede frenar su avance. Pero sus daños permanecen para siempre.
Por lo tanto, una vez diagnosticada se debe poner mucha atención en la higiene dental. Solo así se puede evitar que siga avanzando.

El tratamiento de la periodontitis pasa por las limpiezas dentales y los curetajes para eliminar el sarro.

Authority Dental

¿Qué es la diabetes?

La diabetes es una enfermedad autoinmune y crónica, de causas todavía por determinar. Provoca que el páncreas deje de producir insulina o no produzca la suficiente. La insulina es la hormona que transforma la glucosa ingerida en energía, y su ausencia o insuficiencia provoca un cambio metabólico serio y de progresión muy rápida.

Se suele asociar la diabetes con el azúcar, aunque eso no es muy exacto. En la diabetes, la clave la tienen los hidratos de carbono, que el cuerpo asimila como azúcar. El azúcar es un tipo de hidrato de carbono: el más concentrado y de absorción más rápida. Pero muchos otros alimentos son ricos en hidratos de carbono, y pueden aumentar los niveles de glucosa sin apenas dar señales. Por ejemplo:

  • Patatas, boniatos y otros tubérculos
  • Lentejas y féculas
  • Cereales y harinas
  • Fruta

De hecho, los hidratos de carbono pueden estar presentes y no ser visibles en algunas preparaciones, como salsas y cremas.

Por todo esto, los diabéticos deben controlar sus ingestas y su actividad física, para mantener sus niveles de azúcar en sangre equilibrados.

¿Cómo aparece la diabetes?

La diabetes aparece cuando el sistema inmunitario ataca a las células encargadas de producir la insulina. Cuando esto sucede, la glucosa se acumula en sangre, volviéndola densa y ácida. El organismo intenta eliminar el exceso de glucosa a través de la orina, cosa que deriva en una rápida deshidratación. Y aquí es donde todo cambia.
Un organismo sano convierte en grasa la energía que no utiliza, para almacenarla. Pero con la diabetes, el organismo no tiene energía para funcionar, y la extrae de las grasas almacenadas. Obtener esa energía genera residuos muy nocivos en la sangre que, sumados a la deshidratación y a la falta de energía, generan sed y hambre insaciables que empeoran rápidamente el problema.

Síntomas

  • Hambre insaciable
  • Pérdida de peso.
  • Mucha sed
  • Orina abundante.
  • Cansancio inexplicable.

¿Cómo se relacionan la periodontitis y la diabetes?

Como hemos explicado en otros artículos, se ha encontrado colonias de Porphyromonas gingivalis alojadas en diversos órganos: desde el cerebro, hasta el hígado y el corazón.

La endocarditis, por ejemplo, es una enfermedad cardíaca que puede provocar infartos fulminantes años después de que una periodontitis haya aparecido, sido diagnosticada, o incluso tratada.

En las últimas décadas se ha identificado una relación causal entre la presencia de la bacteria Porphyromonas gingivalis y enfermedades no dentales, como el Alzheimer o diversos tipos de cáncer.

De hecho, en el año 2013, la revista Science Direct publicó un estudio realizado por la Universidad  de Tokushima que confirmaban lo que ya habían demostrado Taylor y Borgnakke en 2008, y que se estudia desde los noventa: que existe una relación bidireccional entre ambas.

Hasta entonces, se consideraba la periodontitis como una complicación más de la diabetes, sin sospechar que podía ser una causa de ella.

Por el lado, la bacteria causante de la periodontitis, la Porphyromonas gingivalis, entra en el torrente sanguíneo y puede alojarse en otros órganos. Porque, además de aparecer y reproducirse en entornos húmedos y oscuros como la boca, su efecto es el de la inhibición del sistema inmunitario. Esto significa que las defensas de una persona con enfermedad periodontal serán más débiles que las de una persona sana.

Por el otro, la diabetes es una enfermedad autoinmune que reduce la capacidad del organismo de combatir un desequilibrio bacteriano.

Y los últimos estudios, como los de Sanz, Ceriello, Buysschaert, et al. de 2017 refuerzan la necesidad de estudiar periodontitis y diabetes en conjunto.

Sobrellevar periodontitis y diabetes

Cada persona es única, y cada cuerpo funciona de forma diferente.

Pero, en general, un paciente diabético debe prestarle mucha atención a su higiene dental y ser muy disciplinado con ella. Porque el control glicémico está directamente afectado por la enfermedad periodontal, y la Porphyromonas gingivalis encuentra su entorno ideal en la sangre con niveles altos de glucosa.

Una de las claves es evitar que los restos de comida fermentable permanezcan entre los dientes.

Eso implica:

  • Utilizar hilo dental a diario y en cada cepillado.
  • Acudir puntualmente a las revisiones dentales. Cada 6 meses.
  • Cepillarse los dientes después de consumir azúcares. Especialmente tras una hipoglucemia.

En la Clínica Arte Sano somos muy conscientes de las complicaciones dentales que pueden sufrir los pacientes diabéticos. Por ello, contamos con un protocolo específico para ellos, que pasan por la medición de la glicemia antes de cualquier intervención, y que llegan hasta la reeducación.

Add Your Comment