¿Has oído hablar de la endocarditis?

La endocarditis es una infección cardíaca que afecta a los tejidos internos del corazón, y que puede ser provocada por bacterias, virus y hasta hongos, si entran al torrente sanguíneo.

Y aunque pueda tener varios orígenes, la endocarditis bacteriana suele encontrar en las encías su principal vía de entrada. Cada día hay más evidencias de que las enfermedades periodontales facilitan la entrada de bacterias bucales como la Porphyromonas gingivalis en el torrente sanguíneo, donde puede proliferar durante años.

En la Clínica Arte Sano siempre insistimos en la relación de los problemas dentales con enfermedades no dentales, como el Alzheimer, el cáncer de hígado, o la diabetes. Y la endocarditis es, probablemente, el mejor ejemplo.

Por eso, en este artículo explicaremos qué es la endocarditis bacteriana, aunque nos concentraremos únicamente en la relacionada con la salud dental.

Primero: ¿Qué es la endocarditis?

La endocarditis es una infección del endocardio, el conjunto de tejidos interiores del corazón. Se origina cuando un agente patógeno, los más normales son bacterias, hongos o virus, entran en el torrente sanguíneo y alcanzan los tejidos cardíacos, colonizándolos y alterando su funcionamiento normal.

Su diagnóstico se hace mediante pruebas de laboratorio, como análisis de sangre y ecocardiogramas, similares a los TAC dentales, gracias a la gran calidad de imagen.

Aunque se ha dado grandes avances en la detección, es muy frecuente detectarla cuando los síntomas ya han aparecido. Y, aun así, al afectar a un órgano vital como el corazón, muchos casos de endocarditis solo han podido ser detectados después de un infarto de miocardio. Infarto que puede ocurrir en una ventana de tiempo muy amplia, que puede llegar a ser de décadas.

se han relacionado con enfermedades periodontales

Síntomas

Al ser una infección cardíaca, los síntomas de la endocarditis son diversos y, entre otros, pueden incluir:

  • Fiebre
  • sudores nocturnos
  • fatiga
  • pérdida de peso
  • dolor en el pecho
  • problemas en la piel y las articulaciones

Tratamiento de la endocarditis

Normalmente, el tratamiento de la endocarditis incluye el uso de antibióticos o antifúngicos para combatir la infección, aunque en los casos más extremos pueden requerir cirugía para reparar o reemplazar las válvulas dañadas.

Es muy importante tratar la endocarditis cuanto antes para evitar complicaciones como la formación de coágulos y trombos, la disfunción de las válvulas cardíacas, arritmias, o insuficiencia cardíaca.

Lo mejor para evitar la endocarditis es la prevención, aunque es complicado ante el desconocimiento general de la enfermedad por la mayor parte de la población.
En cualquier caso, las medidas de prevención están cada vez más extendidas, ya que suele bastar con la toma de antibióticos antes de un tratamiento dental.

Causas y factores de riesgo

La endocarditis se origina cuando las bacterias entran en el torrente sanguíneo y se adhieren a la superficie del tejido del corazón. A menudo, Como decíamos, estos organismos pueden desarrollarse en las encías, la piel, los riñones o el tracto urinario, desde donde se propagan. Pero las encías, por su entorno húmedo, cálido y oscuro, son el ambiente perfecto para que una colonia bacteriana se extienda.
Hay factores que aumentan el riesgo de endocarditis:

  • Problemas cardíacos previos
  • El consumo de drogas intravenosas
  • Exposición directa al organismo que la causa

Sin embargo, es muy frecuente que una intervención dental como una extracción facilite la infección del torrente sanguíneo si no se sigue las medidas necesarias de prevención. Porque, lamentablemente, la mala praxis dental sigue existiendo.
Y, aunque puede ser una afección grave, con buenos hábitos, detección temprana, y el tratamiento adecuado se puede prevenir sus complicaciones.

Prevención de la endocarditis

La endocarditis se puede prevenir con algunas medidas.
Estos son algunos de los métodos más efectivos para prevenirla:

  • Mantener una buena higiene dental: cepillarse los dientes un mínimo de dos veces al día, usar hilo dental a diario, y usar un irrigador bucal.
  • Hacer una visita de control dental cada seis meses.
  • Evitar el uso de drogas intravenosas.
  • Tratar cualquier inflamación de las encías rápidamente – especialmente si sangran con frecuencia.
  • Informar al especialista si tienes problemas cardíacos, o factores de riesgo para desarrollar endocarditis, como puede ser la diabetes.

La buena praxis lo es todo

Si bien la endocarditis puede parecer un problema lejano y limitado a poca gente, su avance es lento y silencioso, aunque su manifestación pueda tomar días o años. Pero, en realidad, funciona como cualquier otra infección que se transmita por la sangre, y eso es lo que la hace tan importante en una consulta dental.

De ahí que cuestiones elementales como la esterilización de todos los materiales, conocer los antecedentes médicos familiares, o la indicación de tomar antibióticos antes de una intervención sean parte del protocolo.

Sonríe, estás en buenas manos 😉

Add Your Comment