Tomar decisiones puede ser muy difícil, y solucionar un problema doloroso es algo que mucha gente firmaría a ciegas. Pero ¡cuidado! Malos consejeros hay muchos. La prisa es una, y el dolor, otro. Y, como la mayoría de las urgencias dentales se manifiesta con un dolor que no para de crecer, una emergencia siempre supone un gasto imprevisto. Lamentablemente, algunos…
